Judy Mays - Cuellos rojos y Rosas
Amber
estaba a punto de morderse las uñas. Primero, llega a la granja que su
tía le dejó en herencia para encontrarse a un hombre en su bañera; un
muerto.
Sólo que él no estaba muerto, más bien era una clase de no-muerto. Es un vampiro. ¡Maldito infierno! ¿Qué más podía un escritor de romance pedir que su propio héroe vampiro?
Pero, Rusty no cooperará. Él no dejará de dormir en la bañera, no se afeitará la barba, no dejará de beber cerveza, y no morderá a hombres. ¡Hasta no cambiará su nombre! ¿Quién había oído alguna vez de un vampiro llamó Rusty Nipple? ¿Cómo se suponía escribir sobre un vampiro afable, atractivo, apuesto si Rusty no quería cooperar?
Sólo que él no estaba muerto, más bien era una clase de no-muerto. Es un vampiro. ¡Maldito infierno! ¿Qué más podía un escritor de romance pedir que su propio héroe vampiro?
Pero, Rusty no cooperará. Él no dejará de dormir en la bañera, no se afeitará la barba, no dejará de beber cerveza, y no morderá a hombres. ¡Hasta no cambiará su nombre! ¿Quién había oído alguna vez de un vampiro llamó Rusty Nipple? ¿Cómo se suponía escribir sobre un vampiro afable, atractivo, apuesto si Rusty no quería cooperar?
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